Me formé con los valores cristianos que adquirí en mi familia y en colegios católicos como el de los Hermanos Maristas en Santa Cruz de la Sierra y el Saint Andrew, en la ciudad de La Paz. Posteriormente, a ellos se sumaría la Universidad Gabriela Mistral, la universidad privada más antigua de Chile, en donde estudié la carrera de Economía.
En el colegio destaqué en las materias relacionadas a las matemáticas y en la universidad, además de destacar en esas, obtuve buenos resultados en las materias económicas, razón por la cual fui ayudante de cátedra en Microeconomía y Evaluación Social de Proyectos.
Desde temprana edad he tenido inclinación a involucrarme en los problemas públicos y la política, principalmente de Bolivia y Latinoamérica. Asumo que por eso siempre he postulado a cargos relacionados con aquella natural inclinación. Tal fue el caso de mi primera experiencia laboral en Bolivia, como practicante en la Consultora Ecosistema, dedicada a estudios de proyectos públicos en la fase de preinversión, específicamente en el Programa Mejoramiento de Barrios, en el municipio rural de Yapacaní, donde tuve un revelador contacto con la pobreza al encuestar a los habitantes del lugar sobre sus necesidades básicas.
Luego, cuando estaba recientemente graduado ingresé a trabajar en el sector público, en el Gobierno del Departamento de Santa Cruz. Allí me desempeñé como responsable del control y seguimiento a la ejecución física y financiera de aproximadamente 100 proyectos de inversión pública que se ejecutaban en el Departamento, para luego ser nombrado Encargado de la Agenda Estratégica Prefectural, con las mismas funciones pero exclusivamente de los 30 proyectos más importantes y representativos en financiamiento e impacto en el Departamento de Santa Cruz.
Desde que estoy en la Universidad e incluso desde el colegio esas inquietudes sobre temas de interés público las he querido transmitir y me han estimulado a publicar algunos trabajos y artículos de opinión, ya sea en publicaciones universitarias o en medios escritos (diarios, semanarios e Internet).
En la Universidad publiqué dos estudios y mi Tesis de Grado. Entre los estudios publicados, el primero trataba sobre las “Empresas Públicas en Chile”, identificando las empresas deficitarias y las rentables del sector público chileno; y el segundo sobre la “Demanda Mundial de Cobre”, íntimamente relacionada con la economía chilena. En mi tesis de grado: “Evaluación Social y Privada del Gasoducto Bolivia-Chile”, se simuló la construcción de un gasoducto desde los pozos gasíferos de Tarija, en el sur de Bolivia, hacia los puertos chilenos de Iquique y Mejillones, en el norte de Chile. Esto lo hice mediante el cálculo de inversiones sociales y privadas, los costos de operación y el cálculo de tarifas de transporte de hidrocarburos por ductos que permitiesen obtener una rentabilidad razonable. A pesar de haber demostrado que es socialmente factible y beneficioso para Bolivia, por factores políticos e históricos de reivindicación marítima, este proyecto nunca llegó a concretarse.
Todavía como estudiante, envié un artículo al diario El Deber, el de mayor tiraje en Bolivia, sobre “El proceso de Capitalización”, evaluando los aspectos positivos y negativos del polémico proceso de privatización del 50% de las principales empresas públicas de Bolivia. La evaluación que hice en aquel artículo fue mediante sectores y no integralmente, ya que por ejemplo, en el sector de los hidrocarburos, al ser estratégico y de recursos naturales no renovables, se pudo haber negociado mejores condiciones al momento de capitalizar YPFB. Aunque hay que reconocer que las inversiones en exploración permitieron multiplicar por diez las reservas de gas de Bolivia. A diferencia del sector hidrocarburos, en el sector de las telecomunicaciones, el crecimiento exponencial de la cobertura de la ex estatal ENTEL y la apertura del mercado a otras empresas, permitieron masificar el uso de las comunicaciones a los estratos sociales más bajos, caso similar a la capitalización del sector de electricidad.
El año 2004 envié otro artículo de opinión al semanario político Pulso de la ciudad de La Paz: “Visión simplista de Santa Cruz”, en el que exponía con datos estadísticos, en contra de lo que se piensa en otras regiones de Bolivia, que el Departamento de Santa Cruz, es desde hace ya muchos años, la mayor economía regional de Bolivia y el mayor receptor de emigrantes, lugar donde viven, trabajan y prosperan personas de todas partes del país, además de colonias japonesas, brasileras, rusas y menonitas, en menor medida.
Ese mismo año publiqué en la página web www.bolpress.com un extenso artículo: “Referéndum”, comentando los problemas y malas interpretaciones que se podían dar (y que luego se dieron) con las respuestas a las 5 preguntas mal enunciadas del Referéndum que se iba a realizar ese año sobre la política hidrocarburífera de Bolivia.
Por una cuestión hereditaria, simpatizo políticamente con el Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido que bajo la ideología de la alianza de clases, lideró la revolución de 1952 y, desde entonces hasta el año 2003, gobernó en Bolivia por más de 25 años, originando en esa época y en sus gobiernos posteriores, significativos avances sociales y económicos en Bolivia.
Debido a que anteriormente, con mi Tesis de Grado, había investigado y estudiado a profundidad el sector hidrocarburífero boliviano, despertó en mí una gran preocupación sobre como se podría manejar aquella gran riqueza poco explorada en un país tan pobre como Bolivia, por lo que me alenté a cursar un Postítulo en “Gestión y Tecnología de Hidrocarburos” en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), que me permitió especializarme en el sector económico más importante de la economía boliviana, debido a los grandes reservorios (50 TCF) y por ser el principal sector exportador boliviano (60% de las exportaciones totales).
En el colegio destaqué en las materias relacionadas a las matemáticas y en la universidad, además de destacar en esas, obtuve buenos resultados en las materias económicas, razón por la cual fui ayudante de cátedra en Microeconomía y Evaluación Social de Proyectos.
Desde temprana edad he tenido inclinación a involucrarme en los problemas públicos y la política, principalmente de Bolivia y Latinoamérica. Asumo que por eso siempre he postulado a cargos relacionados con aquella natural inclinación. Tal fue el caso de mi primera experiencia laboral en Bolivia, como practicante en la Consultora Ecosistema, dedicada a estudios de proyectos públicos en la fase de preinversión, específicamente en el Programa Mejoramiento de Barrios, en el municipio rural de Yapacaní, donde tuve un revelador contacto con la pobreza al encuestar a los habitantes del lugar sobre sus necesidades básicas.
Luego, cuando estaba recientemente graduado ingresé a trabajar en el sector público, en el Gobierno del Departamento de Santa Cruz. Allí me desempeñé como responsable del control y seguimiento a la ejecución física y financiera de aproximadamente 100 proyectos de inversión pública que se ejecutaban en el Departamento, para luego ser nombrado Encargado de la Agenda Estratégica Prefectural, con las mismas funciones pero exclusivamente de los 30 proyectos más importantes y representativos en financiamiento e impacto en el Departamento de Santa Cruz.
Desde que estoy en la Universidad e incluso desde el colegio esas inquietudes sobre temas de interés público las he querido transmitir y me han estimulado a publicar algunos trabajos y artículos de opinión, ya sea en publicaciones universitarias o en medios escritos (diarios, semanarios e Internet).
En la Universidad publiqué dos estudios y mi Tesis de Grado. Entre los estudios publicados, el primero trataba sobre las “Empresas Públicas en Chile”, identificando las empresas deficitarias y las rentables del sector público chileno; y el segundo sobre la “Demanda Mundial de Cobre”, íntimamente relacionada con la economía chilena. En mi tesis de grado: “Evaluación Social y Privada del Gasoducto Bolivia-Chile”, se simuló la construcción de un gasoducto desde los pozos gasíferos de Tarija, en el sur de Bolivia, hacia los puertos chilenos de Iquique y Mejillones, en el norte de Chile. Esto lo hice mediante el cálculo de inversiones sociales y privadas, los costos de operación y el cálculo de tarifas de transporte de hidrocarburos por ductos que permitiesen obtener una rentabilidad razonable. A pesar de haber demostrado que es socialmente factible y beneficioso para Bolivia, por factores políticos e históricos de reivindicación marítima, este proyecto nunca llegó a concretarse.
Todavía como estudiante, envié un artículo al diario El Deber, el de mayor tiraje en Bolivia, sobre “El proceso de Capitalización”, evaluando los aspectos positivos y negativos del polémico proceso de privatización del 50% de las principales empresas públicas de Bolivia. La evaluación que hice en aquel artículo fue mediante sectores y no integralmente, ya que por ejemplo, en el sector de los hidrocarburos, al ser estratégico y de recursos naturales no renovables, se pudo haber negociado mejores condiciones al momento de capitalizar YPFB. Aunque hay que reconocer que las inversiones en exploración permitieron multiplicar por diez las reservas de gas de Bolivia. A diferencia del sector hidrocarburos, en el sector de las telecomunicaciones, el crecimiento exponencial de la cobertura de la ex estatal ENTEL y la apertura del mercado a otras empresas, permitieron masificar el uso de las comunicaciones a los estratos sociales más bajos, caso similar a la capitalización del sector de electricidad.
El año 2004 envié otro artículo de opinión al semanario político Pulso de la ciudad de La Paz: “Visión simplista de Santa Cruz”, en el que exponía con datos estadísticos, en contra de lo que se piensa en otras regiones de Bolivia, que el Departamento de Santa Cruz, es desde hace ya muchos años, la mayor economía regional de Bolivia y el mayor receptor de emigrantes, lugar donde viven, trabajan y prosperan personas de todas partes del país, además de colonias japonesas, brasileras, rusas y menonitas, en menor medida.
Ese mismo año publiqué en la página web www.bolpress.com un extenso artículo: “Referéndum”, comentando los problemas y malas interpretaciones que se podían dar (y que luego se dieron) con las respuestas a las 5 preguntas mal enunciadas del Referéndum que se iba a realizar ese año sobre la política hidrocarburífera de Bolivia.
Por una cuestión hereditaria, simpatizo políticamente con el Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido que bajo la ideología de la alianza de clases, lideró la revolución de 1952 y, desde entonces hasta el año 2003, gobernó en Bolivia por más de 25 años, originando en esa época y en sus gobiernos posteriores, significativos avances sociales y económicos en Bolivia.
Debido a que anteriormente, con mi Tesis de Grado, había investigado y estudiado a profundidad el sector hidrocarburífero boliviano, despertó en mí una gran preocupación sobre como se podría manejar aquella gran riqueza poco explorada en un país tan pobre como Bolivia, por lo que me alenté a cursar un Postítulo en “Gestión y Tecnología de Hidrocarburos” en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), que me permitió especializarme en el sector económico más importante de la economía boliviana, debido a los grandes reservorios (50 TCF) y por ser el principal sector exportador boliviano (60% de las exportaciones totales).
Sé que con la capacidad y el liderazgo que he demostrado a través de mi experiencia laboral y social, podré canalizar la formación actual que tengo y así, quien sabe en un futuro, asumir posiciones de responsabilidad en instituciones u organizaciones públicas ó privadas.
Pienso que soy muy joven todavía, ya que con 30 años tengo mucho por aprender y mucho para dar. Es por eso que necesito aportar con mi granito de arena, en dar la oportunidad a otros, no solo de vivir dignamente, sino también de soñar con metas que por ahora pueden parecer inalcanzables para la mayoría en mi país. Para los nacidos en el país más pobre de Sudamérica, Bolivia, es muy difícil poder satisfacer sus necesidades básicas en salud, educación y vivienda. Para aquellos que hemos tenido el privilegio de poder satisfacer aquellas necesidades básicas y además hemos podido contar con una formación educativa apropiada, es necesario aportar con todas las herramientas que estén a nuestro alcance para que mi Bolivia y nuestra Latinoamérica salgan de la situación de pobreza en la que se encuentra.
Pienso que soy muy joven todavía, ya que con 30 años tengo mucho por aprender y mucho para dar. Es por eso que necesito aportar con mi granito de arena, en dar la oportunidad a otros, no solo de vivir dignamente, sino también de soñar con metas que por ahora pueden parecer inalcanzables para la mayoría en mi país. Para los nacidos en el país más pobre de Sudamérica, Bolivia, es muy difícil poder satisfacer sus necesidades básicas en salud, educación y vivienda. Para aquellos que hemos tenido el privilegio de poder satisfacer aquellas necesidades básicas y además hemos podido contar con una formación educativa apropiada, es necesario aportar con todas las herramientas que estén a nuestro alcance para que mi Bolivia y nuestra Latinoamérica salgan de la situación de pobreza en la que se encuentra.
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