jueves, 21 de mayo de 2009

"Obama presta más oídos a la banca que a la gente"

http://www.clarin.com/diario/2009/05/21/um/m-01922599.htm

Otra mirada crítica desde un poco más a la izquierda...
N.B. (Nota del Blogger)

La economista estadounidense Jane D'Arista vino a Buenos Aires para participar de un seminario sobre la crisis global que hizo el CEFIDAR (el centro de estudios de la banca públcia y cooperativa argentina) ayer en el Banco Nación. D'Arista, directora de Programas del Centro de Mercados Financieros (PERI) y ex asesora en el Congreso de EE.UU. Dialogó con Clarín sobre la crisis y la regulación financiera.
-¿Qué reformas está haciendo el gobierno Obama en el sector financiero, que originó esta crisis?
-Hoy en EE.UU. Muchos nos consideramos la oposición leal, porque las políticas económicas de esta administración en la que tenemos tanta esperanza fueron muy mal concebidas. Y los métodos usados hasta ahora para resolver la crisis no han sido ideales. Intentan preservar un sistema financiero que, francamente, no debería ser preservado. No están permitiendo que se reduzca deuda como correspondería. Los sindicatos, los ciudadanos comunes están muy enojados porque las familias se redujeron, perdieron el valor de sus casas, hasta sus casas en muchos casos, ahorros, pensiones que tantos economizaron, expectativas en la educación de sus hijos. Y en cambio, por desgracia, se presta oídos a gente que, o bien pertenece al mundo financiero o responde a las necesidades de las entidades financieras, y no al pueblo estadounidense.
-¿Cómo acotar el poder creciente que alcanzó el sistema financiero, y que incluyó al gobierno Clinton?
-Hace bien en incluir a Clinton, y habrá notado que el poder en la administración Obama sale de la administración Clinton, es Larry Summers.
-Por eso pregunto sobre las posibilidades y los límites a un cambio.
-La mayoría de quienes nos consideramos economistas progresistas nos quejábamos también en la administración Clinton. Y pensábamos que cedía demasiado terreno y el tema específico entonces era regular los "derivados" (inversiones financieras muy complejas y especulativas que derivan del precio de otro bien: commodities, tasas, acciones, etc). Y cuando al final de la administración Clinton, Brooksley Born, la jefa de la comisión de Regulación de todos los mercados de futuros sobre activos no financieros quiso regular los derivados, el Tesoro, o sea Larry Summers, dijo absolutamente no, respondiendo a Wall Street.
-¿Cómo está hoy el debate?
-El Tesoro, Timothy Geithner, presentó la primera propuesta regulatoria concreta del gobierno: que que los contratos entre dos partes no necesitan registrarse en Comisión de Valores (SEC). ¿Entonces en qué quedamos? Por suerte, creo que el Congreso va a intervenir, hace dos semanas entró al Senado una propuesta para la llamada Comisión Pecora. En 1930, el Congreso formó una comisión para estudiar el crac de 1929 y el abogado que fue designado se llamaba Ferdinand Pecora. Lo que se propone ahora es: antes de regular, entendamos lo que pasa. Hagamos una autopsia completa, por así decirlo, del sistema financiero y veamos qué pasa. La comisión será designada por miembros del Congreso y aportará ideas nuevas. La idea es hacer algo como la comisión después del 11/9. Llamar expertos y que presten declaración, hacer preguntas y llegar a un consenso de que no queremos que esto vuelva a ocurrir. Una idea de la Comisión fue que se separó la banca comercial de la banca de inversión. Por eso los dos grandes bancos que inversión que quedaron, Goldman Sachs y Morgan Stanely, deben aceptar una regulación que antes no habrían consierado.
-¿Qué está pasando con la coordinación global sobre regulación financiera?
-El G-20 (países ricos y otros medianos) es fuerte en esto. Y también la nueva Junta de Estabilidad Financiera. Participan más gente, se oyen más voces. El Parlamento Europeo lleva mucho tiempo impulsando la regulación de los hedge funds (los fondos más especulativos). Creo que todos están esperando el momento, y hasta el Tesoro estadounidense creo que está empezando a reconocerlo.
-Muchos dicen que esta crisis enorme no se limita a lo económico, también se refiere a lo ambiental, incluso a los valores. ¿Cuál cree que es el rol de EE.UU. en esta crisis?
-El de mostrar un esfuerzo de cooperación con el resto del mundo, de contribuir a resolver el problema a nivel global.
-¿Qué aconsejaría a países de ingresos bajos o medianos como Argentina, por ejemplo, para enfrentar la crisis, para poner al sistema financiero en pos del desarrollo y de objetivos sociales?
-Ahora se habla más de banca de desarrollo. Hagámosla funcionar nuevamente porque las economías deben crecer con sus propios recursos. Deben depender menos del capital externo porque crean deuda y después no la controlan. Otra cosa es que tiene que haber controles del capital. Y pienso que se está avanzando en esa dirección.
-¿Cree en un nuevo rol del FMI?
-La crítica es que eso puede generar un nuevo ciclo de deudas. Creo que debemos revisar la discusión original del acuerdo de Bretton Woods, sobre todo la visión que tenía Harry White (del Tesoro de EE.UU.). Tendremos que manejar la cuestión de los DEG, la moneda virtual del FMI. Por ejemplo que con ellos el Fondo compre títulos públicos y ayude al estímulo fiscal en los países necesitados. Esos DEG aumentarían las reservas y luego, en un par de años, el Estado recuperaría esos títulos y la deuda. No necesitamos más deuda ahora. Eso ayudaría.
-¿Y qué cree pasará con el dólar? ¿A futuro habrá otra moneda de reserva?
-Con el tiempo, EE.UU perderá su rol monetario hegemónico. Pero hay discusiones en Naciones Unidas, dirigidas por Joseph Stiglitz en cuanto al futuro del sistema. En unas semanas tendremos el informe de esa comisión. La mayoría habla de que la reserva mundial sean los DEG pero el problema es que no son un instrumento de transacción, sino una reserva, una unidad de cuenta. Además los DEG se crearon cuando los bancos centrales se arreglaban entre ellos. Era otra época, luego el sector privado creció enormemente en el mundo financiero. Mi propuesta sería volver a la idea de una cámara compensadora que ya pensaba Lord Keynes y tener una institución internacional que sea simplemente una cámara compensadora, como un banco central. Y el proceso de compensación es contra las reservas del país; Argentina pierde reservas y el otro país gana reservas. Con el tiempo se equilibra. Pero es volver a la idea de que las reservas tienen que ver con el comercio. Y la idea – mi idea – es que cada vez que hubo hegemonía, del Reino Unido o Estados Unidos, se ha creado desigualdad. Estados Unidos ha tenido muchas ventajas, poder pagar su deuda en dólares, etc. etc. Pero cuidado: porque si usted tiene una moneda nacional usada como moneda global, eso puede ocurrir de una sola manera, y es que la emisión de esa moneda debe aceptar un déficit comercial que crecería en proporciones insostenibles. Y eso pasa en Estados Unidos. Es un problema que debemos resolver, no soy muy optimista en cuanto a poder resolverlo rápidamente. Y obviamente, Wall Street se benefició mucho con el dólar en el centro del sistema.

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