martes, 24 de marzo de 2009

Una salida decepcionante que no va a funcionar

http://www.clarin.com/diario/2009/03/24/elmundo/i-01883548.htm

Se me ocurre que lo que el gobierno de Obama intenta es que los activos "tóxicos" suban de valor: no sería como hacer renacer la burbuja?Al final de cuentas, el mercado o la mano invisible definió el valor de esos activos y como dice Krugman, con este plan se estaría induciendo (o subsidiando) nuevamente a invertir en ellos suponiendo que su valor es superior al que el mercado determinó unos meses atras.Quizás el efecto en las expectativas es muy positivo, como se vió ayer en las bolsas y con eso basta para incentivar el crecimiento de la economía real y evitar la destrucción de empleo.

Por: Paul Krugman
Fuente: THE NEW YORK TIMES

Tim Geithner, el secretario del Tesoro, convenció al presidente Barack Obama prara reciclar la política de la administración Bush, específicamente el plan de "dinero a cambio de basura" propuesto y luego abandonado seis meses atrás por el por entonces secretario del Tesoro Henry Paulson. Esto es más que decepcionante. De hecho, me llena de desesperación.Después de todo, acabamos de vivir una tormenta por las bonificaciones en A.I.G., durante la cual los funcionarios de gobierno dijeron que no sabían nada, no podían hacer nada y la culpa de todos modos era de otro. Mientras tanto, el gobierno no logró calmar las dudas de la ciudadanía sobre qué es lo que están haciendo los bancos con el dinero de los contribuyentes.Ahora, Obama decidió aparentemente aplicar un plan financiero que presume, en esencia, que los bancos son básicamente sólidos y que los banqueros saben lo que están haciendo.Es como si el presidente estuviera decidido a confirmar la creciente percepción de que él y su equipo están alejados de la realidad y que su visión económica se ve ensombrecida por lazos demasiado estrechos con Wall Street. Y para cuando Obama se dé cuenta de que necesita cambiar el rumbo, su capital político ya habrá desaparecido. Obama, al igual que ush, desea aparentemente una salida a esta crisis más sencilla a la elegida por Suecia a principios de los 90. El elemento común de los planes de Paulson y Geithner es la insistencia en que los activos malos de los libros de los bancos valen en realidad, mucho, pero mucho más, de lo que cualquiera está dispuesto a pagar por ellos. De hecho, su valor real es tan alto que si estuvieran correctamente valuados, los bancos no estarían en problemas.Es así como el plan apunta a usar los fondos de los contribuyentes para llevar los precios de los activos malos a niveles "justos". Paulson propuso que el gobierno comprara los activos directamente. Geithner propone un complejo esquema en el que el gobierno presta dinero a inversores privados, que luego usan el dinero para comprarlos. Por lo que llevo contabilizado, esta es la tercera vez que funcionarios de la administración Obama sacan a relucir un esquema que es básicamente una repetición del plan de Paulson. El problema con este plan es que no va a funcionar. Algunos podrán sugerir que se pruebe el plan y se vea qué pasa. El problema es que cada mes que pasa se pierden otros 600 mil puestos de trabajo. Pero lo más importante es cómo Obama desperdicia su credibilidad. Si este plan fracasa -como ocurrirá seguramente-, es poco probable que (Obama) convenza al Congreso para que aporte más fondos para hacer lo que debiera haber hecho en principio. No todo está perdido. La ciudadanía quiere que Obama tenga éxito, lo que significa que todavía puede salvar a su plan de rescate bancario. Pero el tiempo corre.

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