Ciudad ordenada y clásica con el toque perfecto de modernidad dentro de lo estéticamente sobrio y perfecto. Una de las características de los ingleses: sobriedad, clasicismo, educación, y 'practicidad'. Dentro de todo su orden y sobriedad, pueden flexibilizar las normas para que las cosas salgan bien sin perjudicar al otro: dar una vuelta en "U", donde está prohibido, o pararse donde no se debe por unos segundos. El verlo como algo "bueno", da la señal de que el entorno lo es todo. Si en el entorno se respetan las normas, existe libertad y las reglas igual están como ultima frontera, una pequeña infracción que no altera el sistema, no se ve mal o no se percibe como caótico.
DIA 1
Llegamos al aeropuerto de Gatwick a las afueras de Londres. Pequeño pero dinámico. Primera impresión del orden y la 'practicidad' (voy a usar mucho esta palabra en Londres). Se que hay otros, pero para mí, el primer aeropuerto que conozco que tiene conexión al tren suburbano que nos llevó hasta el centro de Londres, a la estación Victoria. Rápido y práctico en cuanto a la compra de tickets y movilidad del equipaje, además que el servicio contratado era expreso.
La zona del hotel, de lujo: Chelsea. Cerca al centro y al Támesis, con casas que parecen salidas de las películas que nos "culturizan" y que uno cree que no existen y que son solo de ficción: Mary Poppins por ej. y de noche, La profecía o El Exorcista. Se percibe que el nivel de vida debe ser de "primerísimo" mundo con casas de valores de los más altos del globo y vehículos estacionados en la calle, en lugares asignados por vivienda de las mejores marcas como algo muy común: Rover, BMW, Mercedes Benz, Porsche, etc.
Los almacenes Harrods, un lujo en todo sentido. La decoración navideña, sobria pero majestuosa. Harrods es una tienda de departamentos con las mejores marcas. No muy grande a comparación de los malls de los gringos. Y todo es así, en general, en la comparación entre "padres e hijos": las casas, los autos, las tiendas, la comida, etc.
DIA 2
Caminar por Victoria Street hasta Westminster desde Chelsea, un verdadero placer: comercios bancos, restaurantes en la zona de destino; y casas clásicas, embajadas, pequeños y sobrios chalets en la zona de partida.
Se percibe mucha influencia italiana en la gastronomía: comida y vinos. Se percibe mucha libertad económica con los bienes y servicios de todas partes, al menos en lo que a libre comercio se refiere. Esto quizás porque el mar ha sido la conexión de la isla al mundo a través del comercio, la colonización, etc.
La abadía de Westminster y el Big Ben, no son tan grandes como uno piensa cuando lo ve en imágenes remotas. El parlamento sí o quizás porque sé de la importancia de esta institución inglesa que antes de la revolución francesa, dio un equilibrio necesario de poder ante la monarquía con la revolución Gloriosa. Además de la antigüedad del monumento.
En la Westminster Square hay monumentos a Gandhi y Mandela, lo que muestra la grandeza y la educación de los ingleses, quienes fueron sus adversarios en su momento.
DIA 3
Comprar entradas revendidas por Internet para ver un partido de la Premier League, a mi juicio, desde hace unos 10 años la mejor liga del mundo, muestra la multiculturalidad de Londres y del fútbol. Unos paquistaníes me dieron las entradas minutos antes de que empiece el partido luego de insistir mucho para que me entreguen lo que ya había pagado. Mafias hay en todos lados.
El estadio Stamford Bridge, impecable: la cancha, las butacas 'acolchonadas', el orden del ingreso y la salida y... el entretiempo: cerveza solo por ese momento y prohibido durante el partido y en las tribunas. Solo en el área interior de las tribunas con zona VIP para los de entradas más caras y con pantallas para ver el partido por si Ud. se adelanta o se retrasa unos minutos en reincorporarse a su butaca.
Para ser una zona residencial y céntrica, la desconcentración de las 50 mil personas que habían en el partido, es muy rápida. Buses urbanos (de 2 pisos), interurbanos, subways (metro) o taxis. Preferí caminar los 3 km que superan el estadio del hotel y conocer Chelsea más a profundidad en su zona un poco más de clase media pero de clase socio-económica alta para cualquier país latinoamericano. Pequeños cluster comerciales cada 10 cuadras con todos los servicios y comercios necesarios para la zona. Así debe ser en todos los distritos londinenses en una ciudad que, por su orden, no parece albergar 8 millones de httes. en su gran área metropolitana. Conozco una de 2 millones que está saturada por el desorden y el caos del transporte urbano y el comercio ambulante, totalmente inexistentes en Londres (no así en Nueva York y París, por ejemplo).
DIA 4
El famoso cambio de guardia del Palacio de Buckingham no se da todos los días y en uno de esos días que se da entre Navidad y Año Nuevo, son miles de personas venidas de todo el mundo que quieren verlo.
Es una ceremonia muy protocolar con mucho simbolismo, orden y sobriedad como todo lo inglés pero nada fuera de serie. Más me llamó la atención el monumento en frente del palacio y el mall o avenida que conecta el palacio con la estatua de Carlos. Recorrerlo en bicicleta, durante el día que está cerrado al tránsito vehicular, es un placer. El verde y el agua de los estanques del parque da una sensación de libertad en medio de todo el simbolismo de la monarquía más poderosa.
Subirse a un taxi es toda una experiencia en Londres: vehículos adaptados para la comodidad y seguridad del pasajero con ese contraste entre lo clásico y lo moderno. Los taxis son modelos antiguos con la posibilidad de pagar con tarjeta de crédito.
El Ojo de Londres es un gran ardid para atraer más turistas a la ciudad. Una nueva atracción que no tiene ninguna gracia arquitectónica pero que ya es un símbolo de la ciudad, casi tan conocida como el Big Ben. Ofrece una hermosa vista de la ciudad desde el Támesis aunque la Torre de Londres y el London Bridge escapan a su vista.
El Puente de la Torre o la Torre de Londres es una joya arquitectónica y de ingeniera clásica en el río. Al otro lado del río, se erige una city de edificios modernos y característicos de uno de los centros financieros más importantes del mundo. Las finanzas es otra muestra de la vocación de los ingleses por la conquista de ultramar.
DIA 5
Ultimo día y día de museo: El Museo Británico. No cobran entradas, piden donaciones que deben ser colocadas en urnas transparentes. Todo muy british.
El hall del museo es un vidriado con formas rectangulares diseñado por el famoso arquitecto inglés (el más famoso del mundo), Norman Foster. Contrasta modernidad con el diseño clasicista del edificio.
Las obras de artes, más que ser de autores fetichistas, son de la antigüedad con mucho interés (u oportunismo de la disponibilidad) por la cultura egipcia.
La estación Saint Pancras donde se toma el tren de alta velocidad EuroStar, sigue la arquitectura londinense por fuera: ladrillo visto y blanco aunque por dentro se ha remodelado con madera y elementos modernos para los servicios del tren bala que pasa por debajo del Canal de la Mancha: toda una aventura.
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