El valor de actuar, es el título del libro de Ben Bernanke, ex presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (FED) donde relata en primera persona la crisis de las hipotecas 'subprime' en EE.UU., con un efecto de contagio global muy fuerte.
A 10 años de una de las peores crisis globales de la historia,
algunas notas e ideas sobre el tema:
La ortodoxia monetaria dice que la cantidad de dinero en la
economía determina el nivel de la actividad económica, cantidad que es regulada
por el nivel de las tasas de interés del sistema. Esto llevó a pensar a
Greenspan, primero, y a Bernanke, después, presidentes de la FED (Banco
Central), que no era necesario subir las tasas de interés porque estaba
creciendo el empleo y la inflación era del 5%, en momentos en que empezaban las
quiebras de instituciones financieras por la crisis de las hipotecas.
Si el desempleo era bajo y de pronto sube pero sigue siendo
bajo, se debe analizar otras variables cualitativas que han hecho cambiar la
tendencia.
El problema de la crisis no fueron las reacciones de la FED y el
gobierno estadounidense para evitar daños mayores sino las causas profundas de
la desregulación del mercado financiero y sus consecuencias sobre las
distorsiones generadas por las externalidades, en un entorno que no es el de
"competencia perfecta" por asimetrías en la información, entre otras
variables.
Lo contradictorio de la desregulación extrema, que se supone que
da mayor libertad a los agentes económicos para maximizar sus beneficios por la
libre oferta y demanda de bienes y servicios, es que en ese exceso de
desregulación, los agentes no se hayan sentido incentivados a la innovación y
previsto que se podía desencadenar todo lo contrario a la premisa de que
"la maximización de mis beneficios, beneficia a toda la sociedad". En
vez de eso, la excesiva desregulación, que incentivó a la maximización de beneficios,
perjudicó a toda la sociedad. Fue un golpe a "la mano invisible"
porque se creó una zona de confort de dinero "barato" que sumada a la
desinformación y/o a la mala fe en la información que brindaban al mercado de
parte de algunos bancos, ejecutivos y prestamistas, ocasionó una hecatombe
permitida por el sistema.
Estas lecciones, que deben ser aprendidas por todos, ya han
causado el aumento de la regulación en muchos países, principalmente en EE. UU.
y en algunos casos, su consecuente excesiva restricción al acceso al
financiamiento, lo que tampoco es la situación deseada.
17/12/2018
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