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*Dario Monasterio
Santa Cruz jugó históricamente el papel de pueblo de frontera y es recién a fines del siglo XIX que aparece un importante hito de desarrollo liderado por cruceños: la explotación de la goma en el norte del país, cuyo auge duró solo un par de décadas.
Luego en los ’50 del siglo XX, el MNR llevó adelante importantísimos cambios en la estructura social excluyente que existía en Bolivia hasta ese momento: la “Marcha hacia el Oriente”, es uno de esos cambios trascendentales. Es la concreción del Plan Bohan, que mostró la necesidad de mirar hacia los olvidados territorios del este boliviano, a través de la interconexión física (iniciada años antes); del fomento a la producción agrícola y ganadera; establecimiento de plantas agroindustriales; agencias de créditos (bancos); mejoras necesarias para la expansión agrícola y pecuaria; desarrollo de campos petroleros probados y ya en producción y explotación de nuevas áreas; etc.
Se crearon instituciones muy importantes para el desarrollo de Santa Cruz como el Ingenio Azucarero Guabirá, hoy el más grande del país, y el Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), entre los principales. La “Marcha hacia el Oriente” fue la búsqueda de un futuro mejor para una Bolivia minera agobiada, entre otras cosas por la extrema dependencia de los precios internacionales del estaño y de otros minerales, que condicionaba a la economía casi en su totalidad.
En 1957 el Comité Cívico cruceño, luego de arduas luchas logra el pago incumplido, desde que Busch lo decretó en 1938, de las regalías hidrocarburíferas del 11% a todos los departamentos productores. Estos recursos fueron administrados por el Comité de Obras Públicas y luego CORDECRUZ, en el caso de Santa Cruz, instituciones centrales para entender el boom del desarrollo económico cruceño.
Las transferencias de las regalías y el Plan Bohan son los factores que lograron que Santa Cruz aumente su peso poblacional en Bolivia, debido principalmente a los grandes flujos migratorios dirigidos desde el occidente, además de aumentar su peso en el PIB nacional, de forma exponencial. Pero el principal logro de este modelo es la enorme reducción de la pobreza, que lo lleva a ocupar hoy en día los primeros lugares en indicadores sociales y económicos del país.
Santa Cruz posee recursos muy valiosos para la humanidad como energía y alimentos y una posición geográfica estratégica en el centro del subcontinente sudamericano pero algunas políticas gubernamentales, entre otros factores, afectan negativamente la generación de excedentes, desincentivado las exportaciones, principalmente las no tradicionales, que en su gran mayoría son generadas en Santa Cruz. En los primeros 6 meses de este año Santa Cruz tiene la tasa más baja de crecimiento (0,8%) de exportaciones totales entre todos los departamentos del país. Destaca el caso de la soya y sus derivados, el maíz, el frijol, y el azúcar, entre otros.
Otro factor que pone en riesgo la sostenibilidad del modelo es el centralismo de gestión pública, con recortes a las transferencias y sin autonomía de ingresos de los gobiernos locales (departamentales y municipales), que son los que mejor identificarían las capacidades productivas. Además, la falta de seguridad jurídica, no de la tierra sino del capital, que al final de cuentas es el factor de producción más importante, que junto a factores climáticos, han puesto en riesgo la seguridad alimentaria de Bolivia por primera vez en décadas.
No se puede negar que el modelo tiene, en algunos casos, rasgos de exclusión social y daño al medioambiente, pero también se deben reconocer y defender sus logros ante los embates del gobierno, que priorizando la política afecta el único modelo no-rentista exitoso en la historia de Bolivia y que ha logrado mejorar la vida de muchísimos bolivianos e incluso extranjeros, llegados de todas partes.
*Máster en Gerenciamiento del Desarrollo
Georgetown University
Santa Cruz jugó históricamente el papel de pueblo de frontera y es recién a fines del siglo XIX que aparece un importante hito de desarrollo liderado por cruceños: la explotación de la goma en el norte del país, cuyo auge duró solo un par de décadas.
Luego en los ’50 del siglo XX, el MNR llevó adelante importantísimos cambios en la estructura social excluyente que existía en Bolivia hasta ese momento: la “Marcha hacia el Oriente”, es uno de esos cambios trascendentales. Es la concreción del Plan Bohan, que mostró la necesidad de mirar hacia los olvidados territorios del este boliviano, a través de la interconexión física (iniciada años antes); del fomento a la producción agrícola y ganadera; establecimiento de plantas agroindustriales; agencias de créditos (bancos); mejoras necesarias para la expansión agrícola y pecuaria; desarrollo de campos petroleros probados y ya en producción y explotación de nuevas áreas; etc.
Se crearon instituciones muy importantes para el desarrollo de Santa Cruz como el Ingenio Azucarero Guabirá, hoy el más grande del país, y el Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), entre los principales. La “Marcha hacia el Oriente” fue la búsqueda de un futuro mejor para una Bolivia minera agobiada, entre otras cosas por la extrema dependencia de los precios internacionales del estaño y de otros minerales, que condicionaba a la economía casi en su totalidad.
En 1957 el Comité Cívico cruceño, luego de arduas luchas logra el pago incumplido, desde que Busch lo decretó en 1938, de las regalías hidrocarburíferas del 11% a todos los departamentos productores. Estos recursos fueron administrados por el Comité de Obras Públicas y luego CORDECRUZ, en el caso de Santa Cruz, instituciones centrales para entender el boom del desarrollo económico cruceño.
Las transferencias de las regalías y el Plan Bohan son los factores que lograron que Santa Cruz aumente su peso poblacional en Bolivia, debido principalmente a los grandes flujos migratorios dirigidos desde el occidente, además de aumentar su peso en el PIB nacional, de forma exponencial. Pero el principal logro de este modelo es la enorme reducción de la pobreza, que lo lleva a ocupar hoy en día los primeros lugares en indicadores sociales y económicos del país.
Santa Cruz posee recursos muy valiosos para la humanidad como energía y alimentos y una posición geográfica estratégica en el centro del subcontinente sudamericano pero algunas políticas gubernamentales, entre otros factores, afectan negativamente la generación de excedentes, desincentivado las exportaciones, principalmente las no tradicionales, que en su gran mayoría son generadas en Santa Cruz. En los primeros 6 meses de este año Santa Cruz tiene la tasa más baja de crecimiento (0,8%) de exportaciones totales entre todos los departamentos del país. Destaca el caso de la soya y sus derivados, el maíz, el frijol, y el azúcar, entre otros.
Otro factor que pone en riesgo la sostenibilidad del modelo es el centralismo de gestión pública, con recortes a las transferencias y sin autonomía de ingresos de los gobiernos locales (departamentales y municipales), que son los que mejor identificarían las capacidades productivas. Además, la falta de seguridad jurídica, no de la tierra sino del capital, que al final de cuentas es el factor de producción más importante, que junto a factores climáticos, han puesto en riesgo la seguridad alimentaria de Bolivia por primera vez en décadas.
No se puede negar que el modelo tiene, en algunos casos, rasgos de exclusión social y daño al medioambiente, pero también se deben reconocer y defender sus logros ante los embates del gobierno, que priorizando la política afecta el único modelo no-rentista exitoso en la historia de Bolivia y que ha logrado mejorar la vida de muchísimos bolivianos e incluso extranjeros, llegados de todas partes.
*Máster en Gerenciamiento del Desarrollo
Georgetown University
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